Estado

Tráfico de influencias…

VIDA DIARIA
Por: Rosa elena Gonzalez

Cuando escuchamos tráfico de influencias inmediatamente trasladamos el pensamiento a las administraciones de cualquier orden de gobierno y sean del color que sean, a todos los políticos se les ciñe como parte de su cultura y también del pueblo ya que todos, de una manera u otra, somos parte de ese cáncer.

Los políticos en sus desmedidos deseos de poder, fama, y fortuna, sin importarles si llegan a afectar el patrimonio del país o que el pueblo pague las consecuencias de sus malas acciones, manejan sus intereses cubriendo negocios o protegiéndolos, pero de ello los ciudadanos también tenemos buena parte de culpa por permisivos, pasivos, conformistas, dejamos que se den los actos de corrupción, el tráfico de influencias, en ocasiones lo más que hacemos es criticar pero no actuamos, no hacemos nada para que los encumbrados de perdido piensen antes de actuar mal o en contra de los intereses del pueblo.

Lamentablemente los mexicanos somos muy hechos al sistema paternalista, sin pensar que entre más sea el sometimiento de la ciudadanía es más grande la posibilidad de que los políticos hagan lo que les venga en gana.

Si realmente los mexicanos quisiéramos que este país tuviera estabilidad, que se acortara la brecha de la desigualdad, tener mejores gobiernos y menos tráfico de influencias o corrupción, todos deberíamos conducirnos con honestidad.

La verdad es que el tráfico de influencias está en todos los niveles, y en todas las acciones, bueno, hasta para comprar el kilo de tortillas ya que si conoce a la despachadora se evita la fila, si un padre se aferra a inscribir a su hijo en tal escuela busca la manera de que alguien le ayude para que quede inscrito aunque con ello tengan que sacar de la lista a otro niño.

Lo peor es cuando cometemos una falta de tránsito, tratamos hasta de evitar el pago de la multa, buscamos quien ayude o comentemos una falta mayor al sobornar ahí mismo al elemento de seguridad.

Si todos los mexicanos actuáramos con responsabilidad y compromiso con la patria los políticos tendrían que conducirse con más honestidad lo que beneficiaría a nuestras familias y las nuevas generaciones.

El tráfico de influencias, es parte de la corrupción solapada por la impunidad de las autoridades y muchas veces por la complacencia de los propios ciudadanos, y lo grave es que al paso que vamos dejaremos a las nuevas generaciones un país peor que el que vivimos en ese aspecto y en ruinas en casi todos los demás.

Es tiempo de cambiarnos el chip, demandar mejores gobiernos y aplicarnos en lo que nos corresponde, con sociedades responsables, comprometidas y educadas los índices de corrupción bajarían, el tráfico de influencias desaparecería y los políticos pensarían más en realizar malas acciones porque sabrían que un castigo les espera .

La verdad es que a estas alturas del partido ya no se sabe quiénes están peor si los que cometen los ilícitos o los que los solapan y se dejan sobornar.

No solo basta manifestarse para exigir que se termine el tráfico de influencias, que se castigue a los funcionarios corruptos, a los que han permitido que la inseguridad, el desempleo, la mala educación y la pobreza aumenten, se necesita que todos los mexicanos tengamos valentía para luchar por un mejor país pero no con armas sino con acciones positivas.

Triste es que nuestro país este calificado en el mundo entero como uno de los más corruptos, donde la impunidad campea libremente por todo el territorio y el tráfico de influencias se vive, tal vez nos vean así porque desde siempre todos los asuntos de escándalos políticos están ligados a la corrupción y la impunidad que durante décadas ha prevalecido en nuestro país igual que el tráfico de influencias, pero la realidad es que todos, directa o indirectamente, somos parte de estos cánceres.

Miente quien diga que nunca en su vida ha cometido una falta o que jamás ha hecho uso del tráfico de influencias.

vida.diaria@hotmail.com,Twitter@VidaDiaria1, FB RosaElena González.

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