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Terminó el negocio y la ilusión…

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VIDA DIARIA
Por; Rosa Elena Gonzalez

Para los inversionistas, patrocinadores, televisoras y hasta dueños de los jugadores que integran la Selección Mexicana de Futbol terminó el negocio y la derrama económica que se generaba porque el equipo tricolor estuviera en la fiesta grande.

Si México hubiera pasado a cuartos de final la venta de camisetas y accesorios alusivos al mundial de futbol subirían escandalosamente sus ventas, las televisoras seguirían enloquecidas con reportajes y haciendo casi DIOCES a los jugadores, las agencias de viajes y empresas autorizadas por la FIFA, y la misma FIFA, aumentarían sus dividendos a consta de los mexicanos urgidos de esperanza, alegría e ilusión.

Porque así es el mexicano, es de los que se gastan la quincena para celebrar, que le pierden el amor al sueldo quincenal para orquestar la fiesta frente al televisor y ver jugar a la selección, muchos hasta utilizaron sus ahorritos para adquirir las camisetas y estar a tono apoyando, y hubo hasta los que empeñaron sus bienes para irse a Brasil.

Con los cuatro partidos jugados por la selección mexicana los patrocinadores y televisoras ganaron y ganaron mucho pero si México se hubiera alzado con el triunfo ante Holanda se triplicarían las ganancias para las grandes empresas y los mercenarios del futbol, para ellos acabó el negocio que generaba el equipo tricolor.

Lo triste es que para casi todos los mexicanos termino la ilusión, la esperanza de que los nuestros siguieran midiéndose como los grandes en la cancha, y lo peor, se quedan con una frustración más al ver que como siempre fue el puro ya merito.

El que México le hubiera ganado a Holanda serviría de aliciente para el pueblo, lo mexicanos, como dijera JOSE ALFREDO JIMENEZ, nos sentiríamos superiores a cualquiera y hasta un puño de estrellas podríamos bajar, hoy la alegría, la adrenalina y la ilusión estarían a flor de piel pero no fue así, solo hay lágrimas y frustración.

La verdad es que el equipo tricolor dio más de lo que se esperaba porque su pase al mundial fue un verdadero milagro, por esa razón, aunque a la gente le ilusionaba verlos jugar, no se les apostaba mucho, lo bueno fue que demostraron que cuando se juega en equipo y se pone alma, corazón y vida se logra avanzar, que cuando se quiere se puede.

Lamentablemente el conformismo termino con México, el cantar la victoria antes de tenerlas, pensar en lo que sigue en lugar de concentrarse en defender el triunfo inmediato, todo eso pierde y lo comprobamos los mexicanos que debemos romper con el estigma y poner el extra en cada reto, no solo de futbol sino en todos los proyectos, para no quedarnos en el ya merito.

Fue bueno que el pueblo tuviera emociones e ilusiones, lo malo fue que nuestras alegrías y esperanzas estriben en un equipo de futbol, que nos emocionemos y nos pongamos la camiseta para apoyar a México solo en torneos donde los principales ganadores son los grandes empresarios y los futbolistas que a veces sienten más el interés por el dinero que ganaran o por cuanto se cotizaran jugando bien que el amor a la patria.

Acabó la participación del equipo tricolor en Brasil, ¿qué sigue?, pues que todos los mexicanos se pongan de una vez y por siempre la camiseta, trabajen, enfrenten problemas, luchen por tener más momentos felices sin que dependan de un equipo de fútbol, de una pelota, y hasta del humor de 11 jugadores y su técnico o los arreglos de los mercenarios de ese deporte.

Sigue que el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO se ponga la camiseta y ponga a todo su gabinete a trabajar en equipo con el pueblo, la resonancia que se tuvo en el extranjero por la participación de la selección mexicana en la máxima fiesta futbolera fue buena pero sería mejor que se le cumpliera a la ciudadanía, los mexicanos necesitamos tener más oportunidades, mejores condiciones de vida que traigan felicidad verdadera y no que tengamos que esperar cuatro años para tener momentos de alegría.

En esta ocasión los jugadores de la selección mexicana demostraron que trabajando en equipo se avanza, pues bien, eso es lo que se quiere, que funcionarios y representantes populares trabajen en conjunto con el pueblo por el bien de México y donde todos resulten ganadores.

Lo que no se quiere es que a la hora de la verdad nos achiquemos, tampoco es bueno que se canten triunfos antes de los resultados finales porque es ahí donde entra la relajación, el conformismo y se pierde.

Los mexicanos para tener más momentos de felicidad debemos no dejar de luchar para defender lo que se tiene, pelear por lo que se quiere para que la alegría no solo la vivamos cada cuatro años y estribe en un equipo de futbol donde quien menos gana es el pueblo.

vida.diaria@hotmail.com,Twitter@VidaDiaria1,FB Rosa Elena Gonzalez.

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