Maremágnum
Mario Vargas Suárez
Todos los mexicanos deberíamos de saber que hoy, hace 103 años los pobladores de estas tierras aztecas fueron convocados por el empresario y político coahuilense, Don Francisco Ignacio Madero (1873-1913), a levantarse en armas contra el dictador -originario de Oaxaca- Porfirio Díaz Mori (1830-1915).
Francisco I. Madero vivió 40 años. Porfirio Díaz Mori vivió 85.
La historia oficial mexicana señala a Don Porfirio Díaz como tirano y dictador, sobre todo por el período de 1876 a 1910 que duró su administración presidencial. Con la excepción del cuatrienio de su compadre Manuel González (1880-1884) Total 40 años.
México desde su nacimiento como nación (1821) vivió convulsionado por movimientos armados. Fueron pocos los presidentes mexicanos que cumplieron su cuatrienio, pero sobre todo en paz.
La astucia de Antonio López de Santa Ana -por ejemplo- lo llevó por primera vez a la presidencia mexicana en 1833 y fue en 1847 cuando culmina su período. La argucia política de Santa Ana fue ganar la presidencia, pedir licencia, formular un nuevo golpe de estado y volver como presidente.
Otro presidente mexicano que duró varios cuatrienio en el cargo fue Benito Juárez García, el oaxaqueño Benemérito de las Américas, cuya asunción a la presidencia mexicana está señalada en 1858 y muere siendo presidente en 1872. Considérese la usurpación de Maximiliano de Habsburgo.
Los historiadores mexicanos registran que Porfirio Díaz impuso la paz social porque México no contaba con fondos ni tenía capacidad crediticia ante el mundo por no pagar sus deudas con puntualidad. Urgía atraer capital extranjero, aunque el problema fue que nadie invertiría en un México sin estabilidad y paz.
La política de mano dura de Porfirio Díaz también incluyó la eliminación de las opiniones adversas en asuntos de política gubernamental, por lo que algunos estudiosos de las ciencias de la comunicación reconocen la génesis de la propaganda pagada del gobierno o ‘moche’ como vulgarmente se conoce en el medio.
“Poca política y mucha administración” era el lema de ese tiempo y aunque la paz no fue total, Díaz logró una estabilidad social mediante el uso de la fuerza pública, al grado que policías y soldados persiguieron lo mismo a los bandoleros que a los opositores.
Con una política de ‘orden’, incrementó la demanda laboral, por lo que se logró el desarrollo económico, al tener un país con recursos y con empresarios con excelentes ganancias.
El veracruzano Antonio López de Santa Ana y el oaxaqueño Benito Juárez García permanecieron -cada uno- catorce años en la presidencia de la república. Porfirio Díaz Mori logró persistir por treinta, hecho desde luego que no gustó a quienes aspiraban gobernar la nación, por lo que le acusaron de dictador.
Pese a los 30 años de la presidencia de Díaz, es innegable que México como nación empezó a renacer -sin demagogia- porque le corresponde la introducción de la energía eléctrica, el reordenamiento de productos agropecuarios, la planeación de ciudades, la explotación, producción y comercialización de derivados del petróleo.
El ferrocarril y los primeros automóviles que llegaron al país fueron bajo la presidencia de Don Porfirio. La industria textil, minera, metalúrgica, etc., inició su desarrollo en México, junto con los servicios bancarios en esta época.
Los diferentes gobiernos de la república, como consecuencia del movimiento armado iniciado el 20 de noviembre de 1910 y sin fecha de culminación, han tenido como modo de celebración el desfile de estudiantes de diversos niveles escolares y de los deportistas.
En Tamaulipas el protocolo de seguridad dicta la celebración de este magno desfile, por lo que hoy veremos a los escolapios de la educación básica caracterizando a los principales personajes que participaron en el destierro a la Ciudad Luz de Porfirio Díaz.
Las escuelas de los niveles medio superior y superior estuvieron en el desfile conmemorativo con la tradicional gimnasia rítmica, procurando que el movimiento se una al color conformando imágenes únicas.
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