Nacional

El PRD, un partido cachirul

Por José Ureña

Pocos se acuerdan ya.

 

 

Pero en 1989, cuando surgió PRD como sucedáneo del FDN de Cuauhtémoc Cárdenas, no cumplía los requisitos de ley.

 

 

En consecuencia, no podía ser partido político con plenos derechos.

 

 

Ni reconocido por la ley ni con derechos a prerrogativas, luego consagradas por la legislación electoral, tan manoseada como los partidos políticos y sus órganos supervisores.

 

 

En aquel tiempo, quién lo hubiera creído después del reclamo de triunfo de Cárdenas y su Frente en 1988, el PRD no pudo tener asambleas en más de la mitad de los estados del país.

 

 

Es decir, no tenía vida propia.

 

 

Eso limitaba todo, me recuerda ahora Joel Ortega, y fue necesario recurrir a argucias para formar a un partido de izquierda con alcances nacionales más allá del radicalismo del PCM.

 

 

Fue entonces cuando el PSUM, como su guía moral Arnoldo Martínez Verdugo y la gran personalidad de Heberto Castillo, quien declinó a su candidatura presidencial a favor de Cárdenas, puso su registro a disposición del inminente PRD.

 

 

LOS ARGUMENTOS Y PRETEXTOS DE SIEMPRE

 

¿Con cuántas ilusiones se creó el PRD?

 

 

Recuerdo a Cuauhtémoc Cárdenas:

 

 

-Lo tenemos medido. Todos los grandes movimientos sociales nacen, crecen, llegan a su punto máximo en unas elecciones y luego caen para mantenerse en una media.

 

 

-¿En este caso cuánto?

 

 

-Le pregunté cuando todavía disputaba la Presidencia de la República a Carlos Salinas.

 

 

-No es posible medirlo en número. Si nos dan arriba de 30, podríamos permanecer entre 25 y 30 por ciento un tiempo.

 

 

-¿Para volver a crecer en las próximas elecciones, en 1991 y construir un proyecto triunfador en 1994?

 

-No sé si para tanto. Pero no podríamos caer más cerró Cárdenas la plática.

 

 

Vino la avalancha del Pronasol en 1991, el crimen de Luis Donaldo Colosio ayer hizo 23 años y la victoria de Ernesto Zedillo con más del 50 por ciento de los votos.

 

 

-Fue una operación de Estado –me dijo entonces Cárdenas.

 

 

Y no ha habido cambio de opinión.

 

 

Desde la operación de Estado hasta la mafia del poder representada por PRI y PAN, el PRD ha sido un perdedor, en 2006 y 2012 con Andrés Manuel López.

 

 

OPERACIÓN DE ESTADO Y MAFIA DEL PODER
1.- Hoy el PRD se asoma a su destino.

 

 

Cierto, ya no depende de un registro prestado por el PSUM, pero no tiene conducción al frente y Los Chuchos dominan la nomenklatura sin futuro fijo ni proyección hacia las elecciones del 2018.

 

 

Aquí lo anunciamos cuando estalló la diáspora encabezada por Miguel Barbosa: era el momento de Alejandra Barrales para asumir el control de la bancada perredista en el Senado.

 

 

Pero tuvo miedo y le estalló la bomba Miami en el peor momento.

 

 

Ya no tiene capital.

 

 

Y 2.- en el futuro la capital hay muchos proyectos.

 

 

Lo dijo antenoche el secretario de Obras y Servicios de la Ciudad de México, Tungüí Rodríguez: rehabilitación de la plancha del Zócalo y ampliación de la Línea 5 del Metrobús de San Lázaro a Vaqueritos.

 

 

Se sumarán a la Línea 7 del Metrobús en Reforma, la ampliación de la Línea 12 del Metro de Mixcoac a Observatorio y el tramo de 17 kilómetros del tren México-Toluca.

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